El artista Jon Otamendi respondió a la invitación de Tabakalera para intervenir en su espacio digital con una propuesta que implica el uso de las propias cámaras de seguridad del edificio. El artista interviene en la web de Tabakalera haciendo que, cada vez que accedamos a ella, emerjan diferentes imágenes en tiempo real desde el interior del edificio. Así, a través de la web, se saca al exterior una imagen del interior del centro. Una imagen generada por el propio edificio y donde pueden verse la arquitectura, el espacio público físico, los objetos, a la espera. La obra que nos presenta ahora guarda mucha relación con La palabra suceder que se llevó a cabo en Tabakalera en el 2017 para la exposición L’Intrus.
Como anota el propio artista
Los espacios vacíos como consecuencia del confinamiento. Aún existe lo que no se ve. Permanece donde no se está.
El interior del edificio. La estabilidad de su espacio. Las exposiciones, los objetos, a la espera. La dimensión de una imagen que excede lo real (pandemia), frente a lo concreto de un objeto desinformado. Las cualidades representadas (monitorización del mundo en tiempo real en los medios) frente a las desapariciones (los espacios públicos físicos).
Un ejemplo. La exposición de Jon Mikel Euba inaugurada el 6 de marzo y sin acceso desde cinco días después. La exposición sigue. La posibilidad de pinchar la sala de esa exposición. La luz entra por la ventana, un tiempo real. Dar imagen a la pausa. Dar verosimilitud al final de esa espera.
