Inauguración de la instalación: 8 de septiembre, a las 19:00.
Artista: Natalia Bazowska.
Comisaria: Magda Kasdasz, en el marco del proyecto Meeting of the project rooms.
Las olas del mar tienen una frecuencia de 12 ciclos por minuto; es una frecuencia muy similar a la respiración de un adulto que está dormido o en un profundo estado de tranquilidad, como si su cuerpo estuviera sincronizado con el mar. La idea planteada por Natalia Bazowska está basada en el origen evolutivo acuático del ser humano y en qué aspectos de este origen han quedado almacenados en la memoria celular de nuestros cuerpos.
En resumen, todos venimos del mar y los primeros 9 meses de vida los pasamos sumergidos en agua. El agua nos reconforta, mientras que el ruido de las olas nos da paz. A la gente por eso le gusta pasar tanto tiempo bajo la ducha o en la bañera. El agua se lleva consigo la tensión y el estrés, relaja todo el cuerpo y nos proporciona paz mental. Durante siglos, el agua ha sido también un importante elemento de muchos rituales en diferentes culturas. La gente cree que el agua tiene poder purificante, que proporciona fuerza y salvación.
La idea está basada en el origen evolutivo acuático del ser humano y en qué aspectos de este origen han quedado almacenados en la memoria celular de nuestros cuerpos.