Los diálogos propuestos se caracterizan por la inclusión de perspectivas que apuntan a otras lógicas.
Es habitual presentar la tecnología como un fenómeno universal unitario. Una especie de “lenguaje absoluto” que captura al mundo y que supedita su desarrollo a la multiplicación de distintos dispositivos tecnológicos. Una perspectiva que impide reparar en la multiplicidad de saberes y recursos técnicos que reúne la actividad humana y que tiende a reforzar algunos tópicos en torno a la existencia de civilizaciones o pueblos más avanzados técnicamente que otros, según una serie de comparativas cronológicas poco fundamentadas. Durante las últimas décadas, no obstante, han emergido voces que se pronuncian desde otras perspectivas históricas y epistemológicas más híbridas e interconectadas, recordándonos la urgencia de desarrollar otros modos de pensar la tecnología como fenómeno social.
Tomando como punto de partida este pluralismo tecnológico; asumiendo que cada desarrollo tecnológico es indisociable de cierta manera de entender y vivir en el mundo, este ciclo nace con la vocación de ampliar las formas de abordar estos debates de forma pública.
Los diálogos propuestos se caracterizan por la inclusión de perspectivas que apuntan a otras lógicas y en las que los discursos científicos, la práctica artística y el deseo por otros modelos sociales y políticos se encuentran y contaminan mutuamente.
