En la base del feminismo se encuentra el cuestionamiento de las identidades esenciales y dicotómicas, al tiempo que se reivindican las identidades como algo complejo, dinámico y performativo. Sin embargo, sabemos que las personas en el momento de socializarse, comprenden enseguida cuáles son los modos “adecuados” de ser y cuáles nos “corresponden”, y sobre todo, qué castigo social supone el situarse fuera de esta clasificación.
Los espacios educativos son un espacio fundamental de socialización y deberían de ser lugares donde abrir diferentes opciones para la construcción de las identidades. Pero, ¿qué sucede cuando las escuelas no tienen herramientas suficientes para superar las barreras que generan los estereotipos? ¿Qué sucede cuando se dan casos de exclusión o violencia en los patios? ¿Qué podemos hacer como profesionales de la educación para evitar las diversas opresiones dentro del aula? ¿Y cómo podríamos convertir al grupo en un espacio seguro donde poder ser lo que queramos ser?
Durante los últimos meses el grupo de trabajo de pedagogías feministas viene trabajando sobre los espacios seguros. Con el objetivo de ser profesoras feministas, el primer paso se considera generar espacios seguros en el contexto educativo. Para ayudarnos en esta reflexión hemos invitado a Eider Goiburu (19 de marzo) y Marije Apodaka (20 de marzo) a desarrollar este seminario cuyo objetivo será compartir nuevas estrategias. Ambas tienen un amplio recorrido dentro del feminismo tanto en el ámbito educativo como en la participación.
Para ayudarnos a conseguir espacios seguros en el contexto educativo, hemos invitado a Eider Goiburu y Marije Apodaka a desarrollar este seminario cuyo objetivo será compartir nuevas estrategias.