La jeune fille sans mains, Sébastien Laudenbach, Francia, 2016, 76', VOSE
Cuento para adultos, fábula cruel y una de las mejores animaciones del año, quizá la más artística, la más vibrante, la más exquisita. La historia toma de la tradición algunos elementos clásicos, pero nada es lo que parece en este relato: un molinero pasa una mala época y el demonio le tienta con un río de oro. Pero la promesa de riqueza incluye también una maldición, que caerá con toda su fuerza sobre la hija del molinero, una joven soñadora que vive subida a los árboles como si fuera una baronesa rampante.
A partir de aquí, la historia y el imaginario visual de este director-dibujante se expanden hasta el infinito: hay un castillo, hay un príncipe, hay un hacha, hay sangre, hay un exilio... Y los dibujos van de Matisse a los fauvistas, aunque también nos han recordado a las tintas y transparencias de la obra de Isabel Herguera. Color, movimiento, trazo, como si estuviéramos ante una animación musical, donde todo vibra. Y un auténtico placer visual para disfrutar en pantalla grande, en la tradición de esas películas animadas que podrían estar colgadas en un museo.
Mención del jurado en el Festival Internacional de Animación de Annecy. Mejor película en el Festival Internacional Anim'Est de Bucarest. Gran Premio en el Festival Internacional de animación Bucheon.
'La jeune fille sans mains' de Sébastien Laudenbach es un cuento para adultos, fábula cruel y una de las mejores películas de animación del año, quizá la más artística, la más vibrante, la más exquisita.