La libertad del diablo

La libertad del diablo, Everardo González, México, 2017, 74' DCP VO

Esta es una de esas películas imposibles de olvidar y su impacto visual y narrativo es tan potente que parece una pesadilla. Pero todo en esta película es real, de ahí la potencia de sus imágenes y testimonios, de ahí su importancia como documento. En una primera sinopsis podríamos decir que estamos frente a un documental que explora el fenómeno de la violencia en México. Como tantos otros, podemos pensar, pues hay miles de películas que abordan este mismo tema. Pero no, esta no es una película como cualquier otra. Esta película es única.

En los últimos años, la guerra entre los narcos, paramilitares y el crimen organizado ha dejado más de 100.000 ejecutados. Las víctimas indirectas llegan casi al medio millón: hijos, esposas, padres, madres, amigos, abuelas, profesores, estudiantes… ¿Qué es lo que sucede en las cabezas, cuerpos, voces y sueños de los supervivientes? Esa es la pregunta clave de este documental psicológico.

Los testimonios se suceden: víctimas y victimarios surgidos de esa guerra hablan a cámara y recuerdan y narran -en pasado y en presente- cómo todo en su interior ha cambiado. Cómo sus cuerpos y cabezas se han roto. El resultado es una crónica del terror y de la condición humana en un país donde la violencia extrema se ha convertido en algo cotidiano. Pero hay algo más que no vamos a descubrir en la sinopsis y que hay que vivir en la sala de cine: la manera en que esos testimonios son registrados. Ahí está la pesadilla. Ahí lo inolvidable de esta película. Como si alguien hubiera entrado en ese lugar recóndito de nuestras cabezas en el que habita el miedo, y nos hubiera retratado desde dentro, desde los huesos, desde la piel.

Premio Amnistía Internacional en el Festival Internacional de Cine de Berlín, 2017.
Mejor película Mexicana en el Festival Internacional de Guadalajara, México, 2017.
Mejor documental, fotografía documental y música en los Premios Fénix, 2017.