Uno de los elementos que vincula todas las películas de Mia Hansen-Løve es, sin duda, la luz.
Cuando Mia Hansen-Løve tenía 16 años su novio la abandonó para recorrer el mundo. Tal como lo cuenta en su tercera película, Un amour de jeunesse (2011), ella se quedó destrozada. Para poder lidiar con el duelo decidió cortarse el pelo. En esa época Mia Hansen-Løve estaba en un grupo de teatro y organizaron un casting para participar en una película. Hansen-Løve cuenta que cree que llevar el pelo tan corto fue clave para que la escogieran. Esa fue la primera vez que estuvo en un set de rodaje. Esa fue la primera vez que Hansen-Løve entró en contacto con el cine y ella dice que aunque suene exagerado, de alguna manera, el cine la salvó.
Con solo 26 años escribió y dirigió su primera película, Tout est pardonné (2007). Se estrenó en la Quinzaine des réalisateurs de Cannes donde inmediatamente recibió un reconocimiento internacional. En este primer largometraje ya se intuyen algunas de las características que marcarán el cine de la directora como, por ejemplo, el hecho de que en todas ellas, su propia vida, la gente que la rodea y sus experiencias sean el punto de partida. En su primer largometraje, por ejemplo, se inspiró en un tío suyo que se reencontró con su hija después de muchos años sin verla y al poco tiempo, murió. En el caso de su segunda película, Le père de mes enfants (2009), podríamos decir que tiene dos puntos de partida. Por un lado, la vida del productor Humbert Balsan que fue fundamental para que la directora hiciera su primer largo y que más tarde, se suicidó. Por otro lado, la propia vida de Hansen-Løve, cuyo abuelo paterno de origen danés (por eso el apellido de la cineasta) también se suicidó.
Otra de las características de la filmografía de Mia Hansen-Løve es que filma todas sus películas (excepto Eden - 2014 -) en analógico. Ella cuenta que siempre suele ser una pelea con los productores ya que el hecho de hacer una película en fílmico siempre dificulta el proceso y aumenta el presupuesto. Sin embargo, para ella, es un elemento fundamental a la hora de hacer cine. Incluso en su última película, Un beau matin (2022) donde las localizaciones filmadas no son particularmente bellas como pueden ser las residencias de ancianos o, puede que precisamente por eso, ella quiere captarlo todo con la mayor belleza posible y eso, sin duda, es algo que aporta el cine analógico.
También habría que mencionar la música. En este caso, lo característico de su práctica es que nunca han compuesto una banda sonora original para sus películas. La directora prefiere escoger canciones compuestas de manera independiente. Ella menciona que le da la sensación de que, de esa manera, la propia canción aporta toda su historia a la película y que una banda sonora compuesta de esta manera consigue que haya una capa más en sus creaciones.
Por último, uno de los elementos que vincula todas las películas de Mia Hansen-Løve es, sin duda, la luz. Podríamos decir que Hansen-Løve hace un cine luminoso. Sus largometrajes no suelen tener temas fáciles: puede que sea el desamor, el engaño, la enfermedad, la muerte o el suicidio. Al fin y al cabo, diferentes situaciones que tienen que ver con la propia vida. Con todos sus problemas y todas sus crudezas. Sin embargo, Mia Hansen-Løve a través de su cine consigue llevarnos hacia la luz. Como si fuera un gesto casi mágico que no sabes muy bien desde dónde surge: ¿Desde la escritura? ¿Desde la puesta en escena? ¿Desde la dirección de actores? ¿Desde el montaje? El 23 de agosto Mia Hansen-Løve nos visitará a Tabakalera y tendremos la oportunidad de preguntarle cómo lo hace. Cómo consigue llevarnos hacia la luz.
PROGRAMACIÓN
8 de julio, sábado, 19:00
Le père de mes enfants, Mia Hansen-Løve, Francia, 2009, 110’
15 de julio, sábado, 19:00
Un amour de jeunesse, Mia Hansen-Løve, Francia, 2011, 110’
22 de julio, sábado, 19:00
Eden, Mia Hansen-Løve, 2014, Francia, 131’
29 de julio, sábado, 19:00
L’Avenir, Mia Hansen-Løve, Francia, 2016, 102’
5 de agosto, sábado, 19:00
Maya, Mia Hansen-Løve, Francia, 2018, 107’
12 de agosto, sábado, 19:00
Un pur esprit, Mia Hansen-Løve, Francia, 2004, 3’
Tout est pardonné, Mia Hansen-Løve, Francia, 2007, 105’
19 de agosto, sábado, 19:00
Bergman Island, Mia Hansen-Løve, Francia, 2021, 112’
23 de agosto, miércoles, 19:00
CINE HABLADO: Mia Hansen-Løve
26 de agosto, sábado, 19:00
Un beau matin, Mia Hansen-Løve, Francia, 2022, 112’