Natascha Sadr Haghighian es una artista conocida por adoptar varias identidades. Sus comunicaciones oficiales a la prensa y sus biografías en galerías se contradicen en aspectos como el lugar de origen, la fecha de nacimiento y el lugar de residencia. Su obra se ocupa principalmente de investigar los fundamentos estructurales y las relaciones de complicidad entre los respectivos complejos políticos, comerciales e industriales, y, a su vez, sus funciones al imponer la forma y la estructura de la vida mundana. Haghighian crea obras en solitario y en colaboración con más artistas utilizando instalaciones, performances, texto y sonido.
La naturaleza de sus colaboraciones es, por lo general, abierta y está sujeta al desarrollo. Por ejemplo, en 2010, fundó el Instituto de la Traducción Incongruente en colaboración con el escritor, investigador y comisario Ashkan Sepahvand, en defensa del desacuerdo y la negociación en el campo de la traducción.
Haghighian rechaza las ideas totalizadoras de los currículos y biografías e insiste en que en los materiales impresos que remiten a sus obras solo se usen biografías obtenidas en el marco del proyecto bioswop. Así, la idea misma de elaborar una síntesis narrativa convincente sobre su biografía y su producción artística adoptando los géneros masculino, femenino y neutro es anatema de sus ideas políticas o artísticas determinadas por todos esos géneros. Dado que todos los datos de referencia sobre Haghighian en los medios se han obtenido en el proyecto bioswop, el único hecho que ha sido objeto de verificación externa sobre su persona y obra artística en esta entrada de la Wikipedia es que su proyección de vídeo en dos canales Empire of the Senseless Part II (2006) está en una colección permanente del Museo de Arte Moderno.
Haghighian fue elegida para representar a Alemania en la Bienal de Venecia de 2019. La autora creó el personaje de Natascha Süder Happelmann para atender los aspectos públicos de la instalación, y se puso una máscara durante las ruedas de prensa en las que se anunciaba su nominación. Como representante de la artista, Helene Duldung leyó una declaración y contestó a las preguntas en su lugar.
Onco-mickey-catch, 2016
Taxidermia, ordenador, cámaras RealSense
Skype o Google Hangout, CatchEye
85 × 50 × 120 cm
Créditos: Taxidermia: Neda Saeedi
Cortesía del artista
El punto de partida de la obra Onco-mickey-catch, es la noción, en cierto modo paradójica, de la comunicación directa en internet. Cuando se hacen videoconferencias, por lo general, se mira hacia la imagen de pantalla de la persona con la que se conversa (o hacia la propia). Como resultado de esto, las miradas apenas se encuentran. CatchEye es una aplicación diseñada para reorientar la mirada de las personas hacia la cámara y «enriquecer» la «experiencia de la conversación». La aplicación se instala en dos monitores que, a su vez, sobresalen de la parte dorsal de un objeto que parece un ratón peludo. Esta forma anormal tiene cierto parecido con el ratón Vacanti (el ratón al que Charles Vacanti implantó un cartílago en la espalda con forma de oreja, sensación en los 90 en internet), y que Sadr Haghighian vincula a otros dos conocidos ratones: el oncoratón, modificado genéticamente para obtener vulnerabilidad a los tumores cancerígenos (el primer animal patentado como marca registrada) y Mickey Mouse, apreciado comúnmente como una taquigrafía del complejo lúdico-militar.
Vice/virtue, 2001
Animación en bucle sobre una pila de papeles
1 min 5 s (en bucle), muda
Cortesía del artista
El panóptico es un concepto disciplinario ligado a la realidad en forma de una torre central de vigilancia rodeada de celdas. Los carceleros observan a los reclusos desde la torre. Aunque, técnicamente hablando, los conceptos de vicio y virtud de Natascha Sadr Haghighian no representan un panóptico, la artista combina vigilancia y espectáculo en el mismo régimen de escopofilia: el vicio y la virtud avanzan y retroceden como una maniobra aérea entre dos planos. El primer dibujo representa el patio de una prisión, el segundo, un escenario. En los dos dibujos, unos reflectores escanean la escena. En el patio de la prisión se acercan desde arriba, en el escenario, desde abajo. Cada veinte segundos, la imagen empieza a girar. La fuerza centrífuga del giro reorganiza los elementos de los dibujos, provocando que cada uno de ellos se confunda con el otro. El patio de la prisión se convierte en un escenario: se convierte en el patio de una prisión.