La traducción literal de “bossa nova” (del francés bosse, “protuberancia”) sería algo así como “nueva protuberancia”, aunque al final ese “algo que sobresale” terminó asimilándose al concepto de “estilo”, para establecerse como un “estilo nuevo” de la música popular brasileña.
De la protuberancia al estilo
Pero si volvemos a su significado originario, la bossa nova efectivamente es una protuberancia que le sale a la exuberante y dinámica samba. Exactamente, una protuberancia jazzística. Los ritmos afros de la samba asimilaron con total naturalidad esas disonancias que venían desde el norte del continente para dar lugar a un estilo nuevo, más minimalista, menos exuberante y más disonante, aunque siempre envolvente que terminó siendo la bossa nova. No en vano, uno de los primeros éxitos internacionales de este nuevo estilo llevaba por título Desafinado, compuesto por António Carlos Jobim en 1959. “Desafinado”, pero con alma, ritmo y pasión.
Este ciclo pretende trazar unas breves pinceladas sobre algunos de los aspectos y los protagonistas de la bossa nova brasileña. Dos documentales protagonizados casi en exclusiva por mujeres, la película fundacional de la bossa nova y una reciente animación sobre un pianista brasileño componen este somero repaso sobre este género musical. Heloísa María Buarque de Hollanda es la protagonista del documental Miúcha. A voz da bossa nova. Heloísa es Miúcha, “Menudita”, una de las voces más importantes de la música brasileña. Por el documental desfilan buena parte de los protagonistas del movimiento: João Gilberto (su marido), su hermano Chico Buarque de Hollanda, Vinicius de Moraes, Tom Jobim… Este último es coprotagonista del otro documental, Elis & Tom. Só tinha de ser com você, junto con otra de las voces fundamentales de la bossa nova: Elis Regina. La grabación de uno de los discos más importantes del género es el eje de este hermoso tributo, que comienza con el ensayo de la antológica grabación del tema Águas de março, uno de los más famosos temas de bossa nova, junto a Garota de Ipanema.
Orfeu negro -Orfeo beltza- es la primera película que incluyó en su banda sonora de forma consciente composiciones de bossa nova. Se desarrolla durante el carnaval de Río de Janeiro y es una traslación a ese ámbito tan peculiar del mito griego de Orfeo y Eurídice. Pero en lugar del descenso al Hades en busca de su amada, Orfeo desciende al oscuro mundo del candomblé y la diosa Yemayá y los orixá, en un viaje al abismo cuyo guion fue escrito por el mismísimo Vinicius de Moraes. Mientras, en la banda sonora podemos disfrutar de temas míticos como Manha de Carnaval o A felicidade. Y cerramos el círculo con la última producción dirigida a cuatro manos por Fernando Trueba y Javier Mariscal, después de la estupenda Chico y Rita. Se trata de Dispararon al pianista -They Shot The Piano Player-, un docudrama de animación sobre Tenório Júnior, un excelente pianista brasileño que fue secuestrado, encerrado en la siniestra ESMA y después asesinado por la policía de Videla en el Buenos Aires de 1976. La música de Vinicius de Moraes, João Gilberto, Caetano Veloso, Gilberto Gil y otros adereza el tenso metraje de este poderoso film.
Un paseo por la historia de la bossa nova. Una oportunidad de apreciar y disfrutar una música universal con unas raíces muy locales. Como casi todas las grandes obras.