21 de octubre 19:00 Presentación y 20:00 proyección. Tabakalera
22 de octubre 17:00-21:00 Encuentro con Dean MacCannell. Cristina enea. Inscripción.
El cine negro nació como un reflejo característico de la corrupción de clase y del crimen en la inmediata posguerra. Apareció en un momento en el que el capitalismo necesitaba la democracia para luchar en contra del socialismo soviético y el comunismo chino. El cine negro sirvió como una “conciencia culpable” del capitalismo, como una prueba popular de que tenía conciencia. Después de que el capitalismo estableciera su predominancia global- los chinos ahora tienen su propia versión de lo mismo patrocinada por el estado- el capitalismo nunca más necesitó la democracia como su principal “relaciones públicas” aliado. Cada vez es más evidente que el gran capital percibe la democracia como una molestia, y ni siquiera como 20 una molestia “necesaria”. Basándome en los espacios fílmicos de The Big Clock, esta conferencia propone que los gérmenes de las futuras tensiones entre el capitalismo neoliberal y la democracia, y especialmente la manera en la que disputadas definiciones como espacio “público” o inclusión social se desarrollan, se pueden encontrar en el cine negro. La lección general que el cine negro da del crimen, el poder, la jerarquía y lo socialmente excluido es la siguiente: a menos que la democracia pueda cambiar las tendencias actuales y arrebate el control suficiente sobre su propio futuro del gran capital, sólo un puñado de uber-capitalistas tendrán un “lugar” “en” “la sociedad”.
El cine negro nació como un reflejo característico de la corrupción de clase y del crimen en la inmediata posguerra. Apareció en un momento en el que el capitalismo necesitaba la democracia para luchar en contra del socialismo soviético y el comunismo chino.