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Salut les cubains, de Agnès Varda, es una película subjetiva compuesta por instantáneas seleccionadas entre miles de fotografías tomadas por la cineasta en su visita de 1962-63, combinadas con música cubana y breves comentarios. La cineasta definió el filme como «socialismo y chachachá». Ella, realizada por el veterano cineasta danés Theodor Christensen, es la primera película producida por el ICAIC para abordar el tema de la posición de la mujer en el marco de la Revolución.
Sara Gómez, destacada representante de la intelectualidad negra, fue la primera cineasta femenina en dejar su impronta en el cine cubano. Iré a Santiago es un viaje, que sigue el estilo de la escuela de free cinema, sobre un lugar donde «mulato es un estado de ánimo». Y tenemos sabor es un recorrido por la exótica gama de instrumentos de percusión utilizados en la música cubana y los orígenes de estos: claves, cucharas, maracas, bongós, güiros (hechos con calabazas), cencerros, quijadas de caballo. Gómez era música de formación y su montaje sincopado captura la rítmica cruzada de la música, sirviéndole de contrapunto.
Proyección de películas de Agnès Varda, Theodor Christensen y Sara Gómez, enmarcadas en la décima sesión del ciclo 'Por un cine imposible, documental y vanguardia en Cuba (1959-1972)'.
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