El auge humano, Teddy Williams, Argentina, 2016, 100’, VOSE, DCP.
Conocimos a Eduardo (Teddy) Williams en el año 2012 durante el Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine del Festival de San Sebastián, donde presentó su cortometraje Pude ver un puma. Desde entonces hemos seguido de cerca su carrera y la de su grupo de amigos, estudiantes de la Universidad del Cine de Buenos Aires. El tiempo nos ha confirmado lo que ya intuimos con aquellos primeros trabajos: que su talento y riesgo creativo está escribiendo uno de los posibles cines del futuro. Así lo ha confirmado también el Festival de Locarno, que otorgó en 2016 el Leopardo de Oro de la sección Cineastas del presente a este primer largometraje de Teddy.
Ya en aquel primer trabajo Teddy presentaba el día a día de un grupo de jóvenes argentinos perdidos en un paisaje fantasmal de la costa. Lo importante era el tono y la inquietud vital de esos jóvenes. Esa misma sensación -visceral e imposible de describir sólo con palabras- es la que toma El auge humano: retrato de tres grupos de jóvenes en su día a día en Argentina, Mozambique y Filipinas, como si esto fuera un resumen vital del mundo contemporáneo, de sus derivas, de su encanto y desencanto juvenil. ¿Y qué es lo que une a todos estos personajes y mundos? Trabajar y perder el trabajo; caminar, llegar, saludar; conectarse o buscar conexión… En un mundo supuestamente hiperconectado, la deriva de estos personajes va desvelando eso tan difícil de definir y que tiene que ver con el no lugar, el sentimiento extremo, la camaradería, lo animal, la continuidad de la historia, lo nocturno, lo que brilla en la oscuridad, en los ojos y en las pantallas de ordenadores del mundo. El resultado, una experiencia visual hipnótica y única. “Creo que si hago películas es para, entre otras cosas, poder escapar de la hegemonía casi absoluta de las palabras. Esta película parte de mi necesidad de escapar al cerrado mundo del trabajo y la supervivencia que se me propuso en mi juventud, para ir hacia la curiosidad y el descubrimiento de otras realidades y fantasías”.
Eduardo Williams estudió en la Universidad del Cine en Buenos Aires (Argentina) y en Le Fresnoy, Studio National Des Arts Contemporains (Francia). Sus trabajos se han podido ver en numerosos festivales internacionales y en retrospectivas dedicadas a su obra. El auge humano es su primer largometraje.
Retrato de tres grupos de jóvenes en su día a día en Argentina, Mozambique y Filipinas, como si esto fuera un resumen vital del mundo contemporáneo, de sus derivas, de su encanto y desencanto juvenil.