On the Bowery, Lionel Rogosin, AEB/ EUA / USA, 1957, 65’ VOSE (01-01-2018) y VOSEU (13-01-2018)
El cine independiente norteamericano debe mucho a la tradición fotográfica documental, es ahí donde empezó todo: el retrato de las zonas pobres del país, los trabajadores y trabajadores de la industria y del campo, la noche en la ciudad, la mirada triste a cámara, la vida en las calles… Tras el Crack del 29, el entonces presidente Roosevelt, dentro de su proyecto de recuperación económica New Deal, puso en marcha un programa nacional de registro documental en el que los fotógrafos más importantes del país iban a retratar “cómo el pueblo se levantaba de la pobreza”. Pero el resultado, firmado por autores tan fundamentales en la historia del arte como Walker Evans, Dorothea Lange, Carl Mydans, Arthur Rothstein, Jack Delano o Marion Post, fue justo el contrario, pues su registro es un retrato coral de la miseria y desolación de una América que había perdido su lugar en el mundo.
Este es el contexto en el que podemos entender en su integridad una película como la de Lionel Rogosin. En también este momento histórico y sus consecuencias, el punto de unión entre la obra del cineasta y el trabajo de la fotógrafa Berenice Abbott (presente estos días en la exposición de Artegunea de Kutxa), sobre todo en su etapa de registro de los cambios que se dieron en los años treinta en las grandes urbes del país.
Bowery es el nombre de una calle de Nueva York, en el bajo Manhattan, entre Chinatown y Little Italy. La película, con forma de docu-ficción, acompaña durante tres días al personaje de Ray, un trabajador del ferrocarril alcohólico que trata de mantener su trabajo y su dignidad, pero que se pierde una y otra vez en los bares del barrio. El resultado es un retrato devastador de una adicción, de una crisis, de cientos de rostros anónimos, de un momento histórico y de una ciudad que, tal y como aparece en la película, desapareció para siempre arrasada por las demoliciones y el progreso.
Junto a los fotógrafos documentalistas antes mencionados, la película está totalmente influenciada por la obra del maestro documentalista Robert Flaherty y por el neorrealismo italiano. Se trataba en todo caso de girar la cámara hacia la realidad y captar lo real de manera directa, este es el inicio del nuevo cine americano.
Aprovechando la exposición fotográfica de Berenice Abbott, vamos a proyectar entre enero y marzo tres trabajos (The Quiet One, Sidney Meyers, 1948 y Little Fugitive, Ray Ashley, Morris Engel, Ruth Orkin, 1953) que dialogan con esas imágenes y que comparten momento histórico y reflexión sobre la conciencia documental de una generación que asumió la responsabilidad de retratar un país y a sus gentes.
Terminamos esta presentación con los premios: On the Bowery ganó el premio al mejor documental en el Festival de Venecia y fue nominada al Oscar a mejor documental.
Aprovechando la exposición fotográfica de Berenice Abbott, vamos a proyectar entre enero y marzo tres trabajos (The Quiet One, Sidney Meyers, 1948 y Little Fugitive, Ray Ashley, Morris Engel, Ruth Orkin, 1953) que dialogan con esas imágenes y que comparten momento histórico y reflexión sobre la conciencia documental de una generación que asumió la responsabilidad de retratar un país y a sus gentes.