Ivanovo detstvo (La infancia de Iván), Andréi Tarkovski, URSS, 1962, 95'
Primer largometraje del joven Andréi Tarkovski, que se había graduado en la escuela de cine con su cortometraje de tesis Katok i skripka (El violín y la apisonadora, 1960), y que fue llamado por lo estudios Mosfilm para continuar una película cuyo director había sido despedido. Trabajo de encargo, por lo tanto, pero que el joven director supo convertir en propio, y donde ya dejó patente su particular talento, estilo y fuerza cinematográfica.
Basada en una novela corta de Vladimir Bogomolov, la película retrata la vida de un niño huérfano, el joven Iván, durante los días de la Segunda Guerra Mundial. Pero estamos ante una de esas películas de guerra donde los combates y maniobras militares quedan fuera de campo; y en las que lo que importa es lo que sucede en el interior de los personajes. ¿Os suena esa distancia de otras películas como The Thin Red Line (Terrence Malick, 1998), no? Pues eso, pero cuarenta años antes.
Tarkovski plantea una dualidad entre ese niño-adulto totalmente integrado en la guerra y el mundo de sus sueños, cuatro en concreto, donde desplegará todo el potencial poético de esta historia triste.
La película fue todo un hito en su momento y fue alabada por otro directores y por la crítica: su esmerada fotografía, el tratamiento sonoro, el lirismo de sus imágenes… Había nacido un director único y las pantallas del mundo se preparaban para esa llegada.
La película fue galardonada con el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia de 1962.
Primer largometraje del joven Andréi Tarkovski, llamado por lo estudios Mosfilm para continuar una película cuyo director había sido despedido. Trabajo de encargo, por lo tanto, pero que el joven director supo convertir en propio, y donde ya dejó patente su particular talento, estilo y fuerza cinematográfica.