Andrei Rublev, Andréi Tarkovski, URSS, 1966, 205'
Catedral de la historia del cine, película clave, obra maestra y colosal, imprescindible, inolvidable... Y podríamos seguir con todos los elogios del mundo, pues la película se los merece y así ha sido descrita en cada uno de sus pases desde su estreno. Pero diremos algo mucho más simple: esta es la oportunidad de ver en una pantalla de cine una de esas películas que deben ser vistas -y vividas- en una pantalla de cine.
La película está basada libremente en la vida del monje Andrei Rublev, pintor de iconos rusos del siglo XV; y muestra con gran realismo el contexto de la rusia medieval, con sus luchas entre príncipes e invasiones tártaras. Y es al mismo tiempo todo un tratado sobre la figura del artista y su lugar en el mundo.
Durante varios años, Tarkovski y su equipo se sumergieron en la escritura y preparación de esta obra, estudiando documentos, textos, pinturas, sonidos y formas de vida de la Rusia medieval hasta convertirse en verdaderos expertos. Pero lo importante es la manera en que después Tarkovski transformó todo eso en una experiencia cinematográfica única.
La obra fue estrenada -con la oposición frontal del gobierno soviético- en el Festival de Cannes del año 1969 y se alzó con el premio de la crítica internacional. A partir de esa presentación, la película y el director sufrieron ataques directos del gobierno, que consideraban que esa manera de hacer cine era contraria al estado soviético. La película sufrió cortes y censuras varias, aunque rápidamente se convirtió en una referencia internacional elogiada por cineastas, espectadores y críticos de todo el mundo. La copia que presentamos es el montaje original del director tal y como fue presentada en el Festival de Cannes.
Esta es la oportunidad de ver en una pantalla de cine una de esas películas que deben ser vistas -y vividas- en una pantalla de cine.