Killing Time, Ainize Sarasola, España, 2018, 70', DCP VOSE
Ainize Sarasola es artista y vive y trabaja en Berlín desde 2010. Ha sido residente de Tabakalera, donde desarrolló el montaje de la película que hoy presentamos. Ainize es también la creadora de la imagen que utilizamos el año pasado en nuestro ciclo de actividades de verano en la terraza (UD-HA), y es también la autora del póster del ciclo de cine Flúor que ahora os presentamos. Su trabajo mezcla dibujo y audiovisual experimental y Killing Time es su primer largometraje, donde sigue desarrollando sus obsesiones e inquietudes creativas, las que ya conocemos de sus trabajos previos, el cortometraje Tarot Night (2012) y el fanzine Orly Magazine, que edita desde 2011.
En una ciudad donde todo parece transcurrir con normalidad, un grupo de personas que aparentemente no tienen nada en común se verán atrapadas en un bar después de un misterioso incidente. Podría ser el inicio de una película de espías. Lo es. A partir de este incidente, las intenciones reales de estos personajes se irán revelando poco a poco. Aquí hay comedia y humor absurdo; aquí hay un retrato de un grupo atrapado durante una noche en un bar cualquiera de una ciudad cualquiera, un espacio y una situación que revelará sus miserias, deseos y dinámicas de poder. ¿El blanco y negro puede ser flúor? Sí, puede.
“Uno de los personajes principales de Killing Time, Barbara Thebra, sale de un proyecto audiovisual en el que vengo trabajando desde hace años, The News. The News se compone de varios cortometrajes que proponen un mismo mundo estridente y sin sentido. En Killing Time los personajes también son totalmente cambiantes y desconcertantes, odiosos y entrañables al mismo tiempo. Y mezclo diferentes géneros cinematográficos: comedia, film-noir o cine de terror. Pero a la vez, se trata de jugar a lo no-cinematográfico y ofrecer un retrato de vida cotidiana con todas sus contradicciones. Eso sí, totalmente exagerado”.
Ainize Sarasola es artista y vive y trabaja en Berlín desde 2010. Ha sido residente de Tabakalera, donde desarrolló el montaje de la película que hoy presentamos.