Entendiendo el arte experimental como una forma válida de interpretación humanística de desarrollos pioneros en el campo de la ciencia, me motiva producir nuevas herramientas para la creación de arte contemporáneo en formato físico. Soy un apasionado de la música ambient y las narrativas audiovisuales no lineares. En este sentido, estoy muy interesado en la arquitectura del sonido, en como este se distribuye en el espacio, y en como nosotrxs percibimos propuestas teóricamente “estáticas” de un modo lineal (en el tiempo).
A nivel atómico, hay muchas similitudes entre el comportamiento de las ondas acústicas y las partículas/ondas cuánticas, por ejemplo, cuando se superponen o generan interferencias. No es posible para un ser humano percibir estos tipos de superposición cuántica verdadera, pero sí podemos capturar y expresar la intensidad y las emociones que estos fenómenos acústicos nos producen.
Al estudiar uno de los modelos más relevantes de la mecánica cuántica (el Oscilador Armónico Cuántico) mi cabeza no pudo dejar de encontrar paralelismos, y de preguntarse como sonarían esas funciones de onda. Si bien es cierto que existen diferencias fundacionales entre este sistema y el Oscilador Armónico Clásico, debería existir la posibilidad de reinterpretar este patrón.
Durante mi residencia en Tabakalera, proyecto la creación de un instrumento electrónico digital, una herramienta para la sonificación de este sistema-modelo cuántico, fomentando la creación de paisajes sonoros singulares, impulsando mi lenguaje interpretativo/sónico hacia un nuevo espacio natural, invitando al mismo tiempo al público a imaginar, a descubrir esta representación energética.
