Mover Paredes, es un ejercicio de resituación de mi propia práctica basándome en los aprendizajes de los últimos años alrededor de la voz en el mar, tomando distancia de aquello terrestre, lejos de fundamentos firmes y de equilibrio. Este cambio de eje y trabajar “en seco” toda aquella experiencia fluida, es el rasgo diferencial de la propuesta. El ejercicio mediúmnico individual en los paisajes de la costa catalana a través de la voz, se reformula ahora como una investigación abierta y compartida para el estudio de las capacidades políticas e idiosincráticas de los cuerpos y sus tecnologías.
Pensar haciendo. Nadar, cantar, repetir. Aplazar la voluntad de encontrar un resultado a favor del proceso. Tensionar mi relación con el territorio. Incluso hacerme a un lado. Dar voz al espacio. A través de la materialidad de la voz desde una dimensión no verbal y su resonancia con la arquitectura se invoca a una comunidad primordial y vibracional. Y en la búsqueda, performativa y escultórica, se acaba manifestando algo similar a una liturgia sin culto.