Imagen: Filmtract R106 (1968)
Imagen: Filmtract R106 (1968)
Europa, futuro anterior es un proyecto sobre imágenes resistentes. Imágenes de resistencia. Imágenes que se resisten a quedarse fijadas en el pasado. Imágenes en futuro anterior. Imágenes que, desde el pasado, participan en la figuración del presente.
En un momento en que la Europa neoliberal atraviesa una crisis social y política sin precedentes, diversas prácticas visuales y artísticas contemporáneas vuelven la vista hacia el archivo del cine militante de los “largos años sesenta”, el convulso período histórico abierto por el ciclo internacional de luchas de 1968 y sus vidas posteriores a lo largo de los años setenta. El proyecto Europa, futuro anterior propone reflexionar sobre este diálogo transhistórico a través de un trabajo de investigación y un programa público de actividades que incluirá un ciclo de proyecciones e intervenciones artísticas, un taller audiovisual participativo, un coloquio internacional y la publicación online de trabajos inéditos a cargo de artistas, cineastas y pensadores internacionales.
Los cimientos de la Europa actual––la Europa financiera y deudócrata, la Europa de la desigualdad, la Europa fortaleza––se construyeron sobre la derrota de las movilizaciones sociales de los largos años sesenta. Desde los estallidos del 68 a la revuelta de la Politécnica de Atenas, desde la Revolución de los Claveles portuguesa a las luchas de las fábricas y los barrios del Estado español en el tardofranquismo y la Transición, desde las huelgas masivas del Reino Unido en los setenta a la agitación del “otoño caliente” y el movimiento autónomo en Italia. En estas luchas estaba en juego el futuro político de Europa. Un pulso que se resolvería, bajo el dictado del no hay alternativa, desmovilizando las iniciativas democráticas de base e imponiendo la ortodoxia económica neoliberal.
El archivo del cine militante de los largos años sesenta es un mapa visual de una Europa que pudo ser: un mapa de resistencias e imaginación política radical, un mapa que mira hacia el Sur global, un mapa de discusiones y democracia asamblearia, un mapa de nuevas subjetividades políticas––de género, de clase, postcoloniales, ecologistas. El cine militante era un cine fuera de lugar. Los equipos ligeros permitieron el desplazamiento de los rodajes y las proyecciones hacia los espacios de revuelta social. La demanda de una democracia radical se tradujo en nuevas formas de autoría colectiva y participativa. El cine devino un espacio de experimentación en torno a la politización de la imagen y sus modos de producción.
El proyecto Europa, futuro anterior explorará las transferencias entre el archivo fílmico militante y las prácticas visuales y artísticas contemporáneas. No es casual que en el momento de crisis actual diversos/as artistas, cineastas y colectivos audiovisuales transformen y reformulen el legado de las prácticas cinematográficas militantes de este periodo como modo de intervención política en la realidad del presente. Asistimos a la cita y manipulación del archivo, a la reutilización de sus dispositivos de representación, a la reinterpretación de sus modos de producción participativa, a la apropiación, discusión o descarte crítico de sus estrategias de politización de la imagen. El legado del cine militante de los largos años sesenta se revela, pues, como una fuente fundamental para entender las prácticas visuales críticas contemporáneas.
La residencia se divide en tres periodos comprendidos entre el 8 de febrero y 10 de marzo, 18 de abril y 18 de mayo y 12 de septiembre y 12 de octubre de 2016.