Todas las antologías de terror tienen un hilo conductor que aúna los capítulos. El argumento principal de esta serie se sitúa en un hotel. Y cada capítulo cuenta lo que ocurre en un dormitorio, en el que se hospeda un unico huesped. Pero, este no es un hotel ordinario. El Hotel Uroboros no está en la
realidad que conocemos. Este edificio se levanta en la frontera de nuestro mundo material. Como la última frontera entre el sueño y la realidad. Se posa lento sobre espacio y tiempo, inmerso en el ciclo eterno. Igual que la imagen de la serpiente Uroboros. Por ello, las personas que acuden al lugar pueden ser de cualquier época o cualquier lugar, como si el tiempo fuera una máquina y todos los inquilinos tendrán una característica común: son fugitivos. Por qué o de quién huyen...Cada visitante tiene sus razones y cada capítulo, responderá a esta pregunta. En este sentido, cada habitación es muy diferente, pero tienen dos elementos físicos que se repiten. Por un lado un espejo mágico llamado D.M.Urgo que se utilizará para expresar los pensamientos y sentimientos de sus inquilinos y por otro lado está la ventana, lo que pasa fuera aunque ese mundo exterior será diferente para cada uno.