Escuela de campaneros de Arientza

Repicar las campanas ha sido una tarea rutinaria. En Arientza (Aretxabaleta) esa responsabilidad se ha transmitido de generación en generación en la casa de Josejoakinenea, y por dicho trabajo, las casas vecinas les compensaban anualmente con una cuarta de trigo.
Aquello acabó, y las campanas, como en otros tantos lugares, casi callaron para siempre.

La Escuela de Campaneros de Arientza nació en 2007 con el fin de recoger y transmitir los conocimientos del toque de campanas de la familia Madinabeitia. En la misma, se ha inventado un novedoso método audiovisual con el que aprender a tañer las campanas.

Desde entonces, la Escuela ha tejido una red de relaciones con otros campaneros y campaneras, recogiendo y aprendiendo toques de campana de otros lugares, preservando y difundiendo este legado.