A lo largo de las décadas de 1960 y 1970, los cineastas marroquíes y argelinos, impulsados por el ímpetu de descolonización cultural, por la experimentación de nuevas formas estéticas y por la búsqueda de una narración cinematográfica que les fuese propia, percibieron rápidamente que sus visiones se confrontaban a las de sus estados e instituciones coloniales que aún perduraban.
A lo largo de las décadas de 1960 y 1970, los cineastas marroquíes y argelinos, impulsados por el ímpetu de descolonización cultural, por la experimentación de nuevas formas estéticas y por la búsqueda de una narración cinematográfica que les fuese propia, percibieron rápidamente que sus visiones se confrontaban a las de sus estados e instituciones coloniales que aún perduraban.
Varias películas fueron impedidas, prohibidas, inacabadas y remontadas, y carreras prometedoras fueron truncadas. Cineastas como Farouk Beloufa[1] y Mohamed Zinet en Argelia o Ahmed Bouanani y Mohamed Abouelouakar en Marruecos nunca pudieron finalizar más de un largometraje. Sin embargo, gracias a sus esfuerzos únicos, son los fundadores de la modernidad cinematográfica de sus respectivos países.
Otros autores con recorridos personales caóticos, como Karim Idriss o Hamid Bensaïd, formados en la escuela de cine de la ciudad polaca de Lodz, tan solo dejaron cortometrajes, escritos y proyectos inacabados o extraviados, como testigo único de su proyecto cinematográfico y de su pensamiento.
Pese a la enorme esperanza surgida a raíz de la independencia y a los medios que parecían destinarse al nacimiento de un cine nacional, serán necesarias batallas personales y colectivas, a veces difíciles y a menudo olvidadas, para lograr su anhelo, así como para dar forma a las propuestas formales vanguardistas que emergieron por aquel entonces.
Los fracasos, los intentos, las pruebas y las incertidumbres de estos cineastas de futuro impedido son en la actualidad objeto de redescubrimientos, en particular a través de restauraciones y de nuevas circulaciones de películas que se daban a menudo por perdidas.
El ciclo «On failed Tales…» propone seguir la pista de estas tentativas y pensar sobre estas «ausencias» que componen una historia del cine que no puede ser escrita sin estas erosiones, olvidos, eliminaciones y desapariciones que la atraviesan, reuniendo a estos «hombres de una sola película» en el mismo programa.
El ciclo dará comienzo con la opera prima del cineasta marroquí Mostafa Derkaoui, De quelques évènements sans signification (Sobre varios eventos insignificantes), que ha sido restaurada y redescubierta después de haber permanecido en la sombra durante más de 45 años.
Se enmarca dentro de la exposición titulada On Fail[l]ed Tales and Ta[y]lors, del colectivo Madrassa (DATE), que adopta la ineficiencia, el agotamiento, la inconclusión, el error y el fracaso como recursos conceptuales y metodológicos.