Down by Law (Jim Jarmusch, EUA, 1986, 107')
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Pascale murió un día antes de cumplir 26 años. Cuentan las crónicas que esa misma noche Jim Jarmusch estaba viajando desde Nueva York a París para celebrar el cumpleaños de su amiga. Se habían conocido años antes en un festival de cine de Bergamo, en Italia. Se hicieron íntimos y viajaron juntos por Europa y por América. Uno quiere imaginar que de ese encuentro hubiera podido surgir una película.
Hay varias fotos de esa época en las que les vemos juntos, los dos con gafas de sol y un coche americano a sus espaldas. “Solo los amantes sobreviven”, pienso cada vez que miro esas imágenes. Hay también una pequeña fotografía-retrato de carnet que Jarmuch regaló a Pascale en París en 6 de mayo de 1983. En el reverso podemos leer “En memoria de Arthur Cravan. Hey, Ogier! En estos días es ya extraño que la muerte de un gran hombre pueda parar un tren”.
Hay más cartas y recuerdos.
Parte de este material está recogido en el libro que Emeraude Nicolas dedicó a Pascale y que se editó en París hace un par de años. Es una maravilla de publicación. Leo y traduzco de la página 65 un emotivo recuerdo de Jarmusch sobre Pascale escrito en Nueva York el 31 de octubre del año 2014:
“No quiero escribir sobre Pascale. No quiero aceptar su ausencia. Quiero escucharle reír, quier ver sus ojos brillar. Quiero verle atravesar esta habitación. Quiero que me lleve al cine, tarde, muy tarde en la noche, para ver una película de Mizoguchi, o quizá una de Imamura. Quiero volver a pasear con ella en la noche de París de 1982. Y cuando pasemos frente a una iglesia, quizá St. Eustache, quiero ver cómo escupe en la pared; y después, volviéndose hacia mí, quiero verle reír. Quiero llevarle a algún lado en moto, en una moto inglesa, o quizá italiana. Quiero verle bailando claqué con auténticos zapatos de claqué”.
En 1984 Pascale estaba trabajando en una nueva película en la que iba ser protagonista Elsa, Elsa de Didier Haudepin. Y estaba a punto de estrenar el largometraje Ave Maria, dirigido por Jacques Richard y en el que había trabajado junto a Anna Karina. Su última noche la pasó en el club Le Palace, una sala de fiestas clásica de Montmartre que se inauguró en 1912 como una sala de cine.
Los títulos de créditos finales de Down by Law dedican la película a Pascale Ogier y Enzo Ungari (crítico y guionista italiano).
Ahora la fantasmagoría final: ¿es posible imaginar a Pascale en Down by Law? ¿Hubieran trabajado juntos Jarmusch y Ogier en esta película? ¿Es posible encontrar en sus imágenes algo con forma de espectro, alguien con acento extranjero, alguien que haga karate o que baile cuando ya no quede más que decir?
La película comienza con el plano de un cementerio. Y el final, la historia de amor, se resuelve en en el Luigi's Tiptop, un restaurante en mitad de la nada, cerca de la frontera con Texas. El final de la historia de amor es un baile agarrado y lento.
Víctor Iriarte
Foco dedicado a Pascale Ogier.