Partimos de Rohmer y proponemos otro viaje. Esto es un ejercicio de esa otra historia.
Pascale baila
Se cumplen cien años del nacimiento de Éric Rohmer (1920-2010, París). Podríamos seguir celebrando su cine tal y como hemos hecho siempre: revisando sus películas, sus textos y su obra para pantalla grande y televisión, ahí están los títulos y sus historias. Pero también podríamos ir algo más lejos y hacernos otras preguntas, desplazar la cámara, buscar el contraplano, revisar el fondo de sus imágenes y pararnos en los lugares en los que aparentemente no está sucediendo la historia principal, sino otra historia.
Esto es un ejercicio de esa otra historia.
Partimos de Rohmer y proponemos otro viaje.
Se cumplen 36 años de la muerte de la actriz Pascale Ogier (1958-1984, París).
Esto es el siglo XXI, esto es la sala de cine de Tabakalera, esto es buscar diálogos, ecos y correspondencias, esto es la nueva cinefilia, esto es la otra historia, esto es ver un baile inolvidable en una película de Éric Rohmer y querer saber más: quién baila, para quién, por qué.
“Todavía estamos de luto. Un mes desde que Pascale Ogier murió mientras dormía. Todavía nada puede suavizar la intolerable crueldad de esta noticia. Alrededor de su adorable rostro, el recuerdo aún no puede suceder. Pascale aún vive.
Cuando llega la muerte, la gracia de la joven aún se extiende por toda la ciudad. Nada puede impedirlo, nada puede contenerla. Nació una gran actriz de 25 años, tan suntuosa y sencilla como un castillo del Renacimiento a orillas de río Loira”.
Marguerite Duras, 30 noviembre de 1984, Liberation
El nombre de nacimiento de Pascale es como de otro tiempo: Pascale Marguerite Cecile Claude Colette. Como si fueran cinco hermanas en un único cuerpo sin fin, espigada, brazos largos, ojeras y sonrisa para siempre, para siempre joven. Eran los años ochenta en París y Pascale era la más moderna, no podía no serlo. Por su casa pasaban desde Roland Barthes a Jim Jarmusch. En su casa se escribía el nuevo cine de la nueva ola: su madre Bulle Ogier era una de las grandes actrices del momento. Barbet Schroeder, pareja de su madre, era también uno de los grandes productores del cine francés. Antes o después iba a pasar y finalmente pasó: el momento en el Pascale dijo en casa que quería ser actriz. Que lo dejaba todo para ser actriz. Estudiaba en la Sorbona París 3 cuando decidió cambiar los apuntes de literatura y cine por lecturas de guión y pruebas de cámara.
Esto es un repaso a su obra fílmica: Éric Rohmer, Jean-Claude Brisseau, Jacques Rivette, Ken McMullen y Jim Jarmusch. Esto es un ejercicio que se inicia al fondo de la imagen, en segundo plano, cuando Pascale era aún una figurante. Comenzamos con esos primeros gestos a cámara. Hay algo revolucionario en ver películas muy conocidas atendiendo sobre todo a una de sus actrices de reparto. Revolucionario por nuevo. Revolucionario por bonito.
Toda su filmografía cabe en seis años breves e intensos, fulgurantes. Y una vez terminado ese repaso, aún perdura la sensación de vacío posterior. La que describe Marguerite Duras en su obituario.
Pascale murió joven. Las crónicas de su época escribieron que estaba en la cima de su carrera y que todo se debió a un infarto agudo de miocardio. Pasó el tiempo y entonces sí, leímos más sobre las noches de París —o de Madrid, o de Berlín— en esos años, los ochenta: la heroína, las noches sin fin, la juventud herida, los accidentes por sobredosis, la muerte cabalgando.
Pascale baila. Su carrera en el cine es una avanzar hacia ese baile final para siempre: comienza cantando en una película medieval. Después, poco a poco, le vemos hacer karate en las calles de París, viajar en ciclomotor, correr atravesando puentes, robar un vestido, navegar los canales en barco, protegerse del frío con su chaqueta de cuero y hablar de fantasmas justo antes de desaparecer para siempre después de un baile al son de una canción de Elli y Jacno titulada Les Tarots (Les Nuits de la pleine lune, Éric Rohmer, 1984):
Je tire une carte, mauvais présage / Saco una carta, mal augurio
Que faire d'un si triste message? / ¿Qué hacer con un mensaje tan triste?
L'horrible cri du fond des âges / El grito horrible desde el fondo de las edades
De cette épée, le roi, la reine / De esta espada el rey, la reina
On nous balance dans l'arène / Nos tiran a la arena
Trop de violence, bébé, je freine / Demasiada violencia, cariño, yo paro
Je cherche ta petite gueule dans mon jeu / Busco tu boquita en mi juego
Faut-il que je passe aux aveux? / ¿Tengo que confesar?
Allez, à troi je dis tout / Vamos, te lo cuento todo
Un, deux / Un, dos
Je joue mais les cartes sont marquées / Juego, pero las cartas están marcadas
Les jeux sont truqués / Los juegos están amañados
Les dés sont pipés / Los dados están trucados
Je ne pourrai jamais tricher / Nunca podré engañar
Il y a comme un présent passé / Hay como un presente pasado
Où est passée la réalité? / ¿A dónde se ha ido la realidad?
Esto es su biografía-filmografía. La que filmó y la que no filmó, pues terminamos con una película dedicada a ella y en la que el ejercicio ya no es mirar al fondo para observar sus gestos, sino imaginar dónde hubiera podido aparecer Pascale en esa última historia del Misisipi.
Y aparece. Y baila. Y es transparente.
Víctor Iriarte
Pascale Ogier (1958-1984).
PROGRAMA:
3 de octubre, sábado, 19:00
Perceval le Gallois, Éric Rohmer, Francia, 1978, 138'
9 de octubre, viernes, 19:00
La Vie comme ça, Jean-Claude Brisseau, Francia, 1978, 95'
20 de noviembre, viernes, 18:00
Le Pont du Nord, Jacques Rivette, Francia, 1981, 129'
4 de diciembre, viernes, 19:00
Les Nuits de la pleine lune, Éric Rohmer, Francia, 1984, 101'
26 de diciembre, sábado, 19:00
Down by Law, Jim Jarmush, EUA, 1986, 107'