La exposición se plantea como un lugar de ejercicios, acciones y pensamiento, por el que discurren procesos, ensayos, bocetos y maquetas, a la vez que se invita a contar, a oír y sentir la materialidad del sonido, a ensayar, a vivir el cuerpo en movimiento siguiendo diferentes combinatorias.
Tabakalera inaugura su nueva sala de exposiciones con una amplia muestra dedicada a la artista donostiarra Esther Ferrer (San Sebastián, 1937). La propuesta expositiva comisariada por Laurence Rassel y Mar Villaespesa pretende abordar el espacio expositivo como un lugar vivo. Así, la muestra se centra, principalmente, en la parte de la obra de Esther Ferrer vinculada a los números primos y a las acciones y sus variaciones, realizadas a lo largo de su extensa trayectoria.
La selección y secuencia de obras responde a una de las operaciones que ha regido la mecánica del trabajo de Esther Ferrer, a lo largo de su trayectoria: “la declinación de una idea en diferentes formas […] la performance y la instalación tienen el mismo ADN, el tiempo, el espacio y la presencia, tres elementos fundamentales pero declinados de diferente manera”, en sus propias palabras.
La exposición se plantea como un lugar de ejercicios, acciones y pensamiento, por el que discurren procesos, ensayos, bocetos y maquetas, a la vez que se invita a contar, a oír y sentir la materialidad del sonido, a ensayar, a vivir el cuerpo en movimiento siguiendo diferentes combinatorias.
Números, ritmo, sonido, lenguaje, cuerpo, tiempo, espacio, vacío… el azar en el orden, el rigor en el absurdo, la continuidad en la variabilidad.
Además, la muestra estará acompañada por un programa semanal de acciones o performances de artistas invitados por la propia Ferrer y un programa de mediación específico. Será una exposición en la que el público podrá adoptar un rol activo e interactuar con las piezas de Ferrer.