Grounding, una performance que se adapta de forma específica a cada lugar y situación, se basa en un enfoque interdisciplinario y en la integración de diversas temáticas, formalmente, de una forma sencilla. Se trata de un ritual artístico en el que se sacrifica un instrumento musical totalmente nuevo a medida que se toca. El artista, vestido con un traje negro, camina a un ritmo ceremonialmente lento. Tras él arrastra un amplificador de guitarra en un carretilla, y una icónica guitarra eléctrica, una Fender Stratocaster, se desliza por el suelo unos metros detrás. Sus cuerdas, orientadas hacia el suelo, son tocadas por la superficie del suelo. El sonido amplificado varía en cada paso y llama a la gente a unirse a la procesión. Al final de la performance la guitarra acaba hecha añicos.
Performance de Roi Vaara en el marco del programa de acciones vinculado a la exposición Esther Ferrer. 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23...