L’Intrus (el intruso) es una exposición que analiza la dificultad de realizar una representación ética y compleja del desconocido, del extraño.
Algunas personas creen que rechazar un órgano consiste, literalmente, en vomitar el corazón y escupir sobre él. Se diría que la palabra rechazo fue elegida para dar a entender precisamente eso. No es el caso. Al contrario, se trata de determinar qué parte de la intrusión del intruso es intolerable, ya que, si no se trata, causa la muerte de inmediato.
Jean-Luc Nancy, L’Intrus
Comisaria de la exposición: Natasha Marie Llorens
Artistas participantes: Ayman Alazraq y Emanuel Svedin, Nadia Barkate, Dages Juvelier Keates y Alexis Steeves, Anna Lopez Luna, Jumana Manna, Omar Mismar, Jon Otamendi, Shane Aslan Selzer y Chelsea Knight, Lara Tabet y Elizabeth Tubergen.
L’Intrus (el intruso) es una exposición que analiza la dificultad de realizar una representación ética y compleja del desconocido, del extraño. El desconocido es alguien al que “la comunidad” no puede ver con claridad. El desconocido es aquel que con su sola presencia desafía las creencias naturales de los lugares en los que es extraño. Mostrarlos acarrea cierto riesgo: realizar una imagen del extraño, supone identificarlo como extraño. Esa representación tiene como efecto reducir los sujetos a una mera palabra clave. Al fin y al cabo, se convierten para “nosotros” en símbolos de su otredad.
Europa está viviendo en estos momentos una gran crisis migratoria que está poniendo en tela de juicio los límites de su universalidad, su capacidad de ver humanidad en todos los seres humanos. La crisis migratoria, al igual que fenómenos como el Brexit que son consecuencia de la misma, es un problema político que requiere cambiar políticas a nivel nacional, al igual que activismo y acción humanitaria a nivel local para responder a las necesidades físicas planteadas a nivel educativo, alimentario, de alojamiento, etc. También es necesaria la aportación de artistas, directores de cine, críticos y comisarios para producir y debatir críticamente los códigos éticos que controlan el modo en el que los desconocidos son representados. Necesitamos imágenes de desconocidos que representen la complejidad psicológica e ideológica de todos los seres humanos, en especial de aquellos cuya diferencia interfiere con nuestras propias vidas. L'Intrus responde a este imperativo.
L’Intrus toma como punto de partida el libro de Jean-Luc Nancy que le da nombre. Nancy representa al intruso, al desconocido, como un corazón trasplantado. El cuerpo, su cuerpo, necesita al desconocido, pero, al mismo tiempo, siempre corre el riesgo de rechazarlo, y como consecuencia, de fallecer. He aquí la conclusión del texto de Nancy: no se trata ya solo del desconocido del cuerpo social, sino que el cuerpo social depende de su presencia; de hecho, depende incluso de su diferencia. L'Intrus presenta artistas que afrontan el problema de representar al desconocido sin deshumanizarlos; siguiendo el camino indicado por Nancy, reflexionan sobre la relación con el desconocido en base a una relación de interdependencia íntima y vital.
Esta exposición es fruto de la residencia de comisariado realizada por Natasha Marie Llorens en Tabakalera durante el año 2017.