Realizada tras el descubrimiento de metraje amateur rodado en China en 1966, durante la primera y más radical fase de la Revolución Cultural, No intenso agora habla de la naturaleza fugaz de los momentos de gran intensidad. Las secuencias de China se disponen junto a imágenes de archivo de los acontecimientos de 1968 en Francia, Checoslovaquia y, en menor medida, Brasil. Siguiendo la tradición del film-ensayo, sirven para investigar cómo la gente que tomó parte en esos acontecimientos siguió adelante después de que las pasiones se enfriasen. El material, de archivo en su totalidad, no solo revela el estado de ánimo de quienes aparecen filmados –alegría, encanto, miedo, decepción, desaliento- sino que también arroja luz sobre la relación entre un documento y su contexto político. ¿Qué puede decirse de París, Praga, Río de Janeiro o Beijing al mirar las imágenes de esa época? ¿Por qué cada una de esas ciudades produjo un tipo concreto de documento?
Realizada tras el descubrimiento de metraje amateur rodado en China en 1966, durante la primera y más radical fase de la Revolución Cultural, No intenso agora habla de la naturaleza fugaz de los momentos de gran intensidad.