En 2001 reapareció en Bissau un archivo de material cinematográfico y de audio. Casi totalmente destruido, el metraje da fe del nacimiento del cine guineano como parte de la visión descolonizadora de Amílcar Cabral, el líder de la liberación, asesinado en 1973. En colaboración con los cineastas guineanos Sana na N’Hada y Flora Gomes, así como con muchos otros aliados, Filipa César imagina un viaje en el que el frágil material del pasado opera como un visionario prisma a través del cual mirar. Digitalizado en Berlín, exhibido y comentado en directo, este material provoca debates, relatos y predicciones. Desde pueblos aislados en Guinea-Bissau hasta capitales europeas, los rollos de película muda son ahora el punto desde el que la gente busca antídotos para un mundo en crisis.
En 2001 reapareció en Bissau un archivo de material cinematográfico y de audio. En colaboración con los cineastas guineanos Sana na N’Hada y Flora Gomes, así como con muchos otros aliados, Filipa César imagina un viaje en el que el frágil material del pasado opera como un visionario prisma a través del cual mirar.