En colaboración con su familia (Andre van Bergen, Tara-Jay van Bergen) y utilizando materiales como la madera y el vidrio, Yael Davids enmarca un espacio para el cuerpo en el que los lienzos con telas hacen las veces de paredes. A partir del uso de la lana de oveja sobrante del proceso de fabricación del queso, Davids invita al Centro de Acercamiento a lo Rural (CAR) a tejer una serie de esterillas y utilizarlas para crear las condiciones necesarias para el aprendizaje del método Feldenkrais, que en última instancia da forma a una experiencia ética y estética en torno a la sostenibilidad. Fundado por el ingeniero y físico Moshe Feldenkrais y basado en la introspección y la libertad de movimiento, el método se enseña periódicamente en el espacio de la galería, excavando territorios corporales y movilizando las historias y conflictos que hay detrás de estas experiencias. Todos los martes a las 18 horas Tabakalera se transforma en escuela de la mano de Sirah Badiola y Paula Rodríguez, educadoras somáticas acreditadas en este método dirigido a fortalecer sistemas y contextos de aprendizaje.